SANTO DOMINGO.- El cultivo in-vitro en República Dominicana, método que garantizaría la producción agrícola y la seguridad alimentaria, aún espera un impulso de desarrollo que está detenido por el alto costo que conlleva el proceso para el Estado dominicano y los productores. Julio Mejía, experto en cultivo in-vitro del Centro de Biotecnología Vegetal (Cebive), explicó que sólo los grandes productores han aprovechado, aunque tímidamente, las ventajas que provee esta técnica de siembra en laboratorio. De igual forma, la Secretaría de Agricultura (SEA) ha canalizado de manera reservada las plantas producidas por medio de células a los pequeños productores, mediante la compra de las mismas. El cultivo in-vitro es de gran ayuda, según el director del Cebive, Victoriano Sarita Valdez, cuando un conjunto de plantas es afectada por una enfermedad, porque la solución es encontrar una muestra que sea resistente a la plaga que se quiere tratar y de esa manera multiplicarla. La plantación inmune que el Cebive produce es llevada al campo a terrenos donde la enfermedad nunca ha existido y se asegura la plantación de los flagelos infecciosos. Mejía estima que las enfermedades que amenazan la inversión de los productores de distintos rubros, pueden exigir al Estado y a los agricultores cambiar el modelo tradicional por una nueva siembra. Esta técnica, aunque nueva en las aplicaciones y la percepción de la generalidad de los productores agrícolas, se trabaja desde hace alrededor de 25 años, cuando el Consejo Estatal del Azúcar (CEA) experimentaba con variedades de caña. “Esto se realiza a través del cultivo de tejidos, células jóvenes que se convierten en plantas. Este método es el que sustituirá al tradicional de utilizar trozos de frutos agrícolas para formar las plantas”, explica Zarita Valdez en términos técnicos. A partir de febrero de 2005, reseña el funcionario, el presidente Leonel Fernández dispuso que se aplicara el amplio espectro de la biotecnología y ahora no sólo se produce caña in-vitro, sino también cacao, yuca, plátano, guineo, yautía, entre otros rubros. Las tarifas para la venta de plantas están establecidas para plátano y guineo, de RD$12 a RD$13 por unidad, cuando la cantidad excede las 500. Si el pedido es menor a esta cantidad, cada una cuesta RD$15. Cuando es otro tipo de cultivo, ajustado a las necesidades del productor agrícola, el Cebive determina el precio personalizado. Los investigadores de este centro son los responsables de buscar financiamiento para sus estudios. La Secretaría de Educación Superior (Seecyt), entre otras instituciones nacionales e internacionales, se dedican a apoyar sus iniciativas. Los montos de financiamientos nacionales oscilan entre un millón y cinco millones de pesos. Las organizaciones internacionales pueden proveer de recursos que comprenden un máximo de RD$20 millones. El Cebive pertenece al Instituto de Innovación Biotecnológica e Industrial (IIBI), que dirige Bernarda Castillo. Los rubros de agroexportación deben tener en su registro una identificación inequívoca de qué especie vegetal es. Determinar esto es labor de la unidad de biología molecular del Cebive, por lo que este laboratorio juega un papel preponderante en la preservación de la confianza que el mercado internacional pueda tener en la mercancía agrícola dominicana. “Es un orgullo contar con un laboratorio tan completo como este, porque ya no es necesario llevar las muestras de frutos agrícolas a centros de análisis extranjeros”, dijo Mayelin Mateo Bautista, experta en biología molecular, acerca del complejo que funciona desde 2006. Ella define la biología molecular como una disciplina de la biotecnología, la cual analiza el ADN y las proteínas con el objetivo de identificar la especie o tipo del objeto de estudio.
martes, 4 de diciembre de 2007
Cultivo in-vitro en RD espera impulso con reducción de costos
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