Todo parece indicar que los dirigentes del “Nuevo PRD” no tienen la mayoría en la Comisión Política ni en el Comité Ejecutivo Nacional, pues de haber tenido el control de ambos organismos hubieran impuesto una mayoría mecánica.
Creyendo que tenían el comando de la Comisión Política, crearon una plancha única sin equilibrio político, a tal grado que se opusieron a la proporcionalidad que es una conquista democrática de las fuerzas populares, incluyendo en el PRD que hasta lo tiene establecido en sus estatutos.
Es por esa razón que se presentaron dos plantas para elegir la Comisión Organizadora de la Convención que debe celebrarse el 14 de julio: Una representando al “Nuevo PRD” y la otra integrada por las demás fuerzas que luchan por impedir que el partido del doctor Peña Gómez sea privatizado y convertido en empresa.
Contrario a lo que pensaban los dirigentes del “Nuevo PRD”, su plancha perdió. Eso profundizó la crisis.
Hugo Tolentino Dipp, viejo zorro amigo sincero de Peña Gómez, con la calidad política y moral que le dan sus años dentro y fuera del PRD, reunió, junto al bueno de Quico Tabar, a los principales líderes para buscar una solución negociada al conflicto.
Una primera reunión condujo a otra más amplia que permitió la convocatoria del Comité Ejecutivo Nacional, con una agenda consensuada, que evitó males mayores.
Se acordó ampliar la Comisión Organizadora de la Convención para que la parte que había perdido en la Comisión Política tuviera seis miembros. Los ganadores hicieron una concesión importante en aras de la unidad del partido.
El “Nuevo PRD” quería una convención con el padrón abierto de la Junta Central Electoral, lo cual fue rechazado, pues se entiende que para elegir a los nuevos dirigentes del partido solo sus miembros tienen derecho.
No fueron acuerdos de aposento. Fueron acuerdos de biblioteca. Pero los resultados han sido buenos.
El Comité Ejecutivo Nacional se reunió en calma, sin acusaciones ni contraacusaciones. El encuentro del CEN transcurrió en paz contraviniendo los deseos de muchos que esperaban que la sangre llegara al río.
Quedó demostrado, a pesar de la guerra de aplausos y de algunos espectáculos pagados para hacer ruidos con gritos y aplausos, que la mayoría de los miembros del CEN no responden a las orientaciones de quienes se hacen llamar “Nuevo PRD”. El “Viejo PRD” tiene mayoría en los organismos de dirección.
(Algunos compañeros y compañeritos fueron llevados al hotel donde se reunió el CEN en la mañana en guaguas para los aplausos y los gritos para crear una percepción favorable en los medios de comunicación, como en efecto ocurrió. Nadie me lo contó. Yo estaba ahí. Lo vi. Y no sólo eso, vi otras cosas que no vale la pena decir).
Nuevamente Hipólito Mejía, junto a dirigentes como Luís Abinader, que a pesar de su juventud está mostrando gran madurez política, demostró estar por encima de sus intereses cuando del PRD y de su unidad interna se trata. Algunos de los integrantes de su Corriente Institucional no estaban de acuerdo con ceder nada a la gente del “Nuevo PRD”, pero Hipólito Mejía dijo que el PRD no era suyo ni de nadie, que el PRD pertenece, como legado histórico, al pueblo. Y que él no hará nada para dividirlo. Llegó al hotel 20 minutos antes de la hora citada, en tantos otros se presentaron con casi dos horas de retraso, irrespetando a los miembros del CEN que salieron bien temprano de sus respectivas comunidades para estar a tiempo.
La arrogancia y la petulancia de quienes quieren adueñarse y privatizar al PRD, fracasó. Tanto en la Comisión Política como en el Comité Ejecutivo Nacional recibieron un duro golpe. Espero que hayan aprendido la lección, que abandonen sus pretensiones sectarias y divisionistas, sus deseos de borrar 70 años de historia del PRD.
(Uno de los ideólogos del “Nuevo PRD” me dijo que Ana María Acevedo estaba loca y desfasada en materia de marketing por no entender que “Peña Gómez se murió” y que ni su figura, ni su pensamiento, deberían utilizarse durante la campaña electoral)
(Entonces entendí porqué en la presentación del candidato presidencial en el Palacio de los Deportes no había foto de Peña ni Jacho encendido)
Soy de los que piensa que el trabajo de Hugo Tolentino, no ha terminado, que serán necesarias otras reuniones. Los problemas del PRD no han terminado. Hugo lo sabe. Uno de los problemas del PRD es que no tiene árbitro. Hugo, que no tiene grupos, puede ser mediador. Se ha ganado el respeto de todos. Las tres principales fuerzas, en un plano de igualdad, tienen que llegar a un acuerdo en torno a los nuevos directivos y a los candidatos a los cargos congresuales y municipales del próximo año. El pleito por la presidencia de la República es otro, en otro momento. No ahora.