16 de agosto de 2009
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El retorno de Hatuey Decamps, presidente del Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD), a las filas del PRD, se da como un hecho. El “cacique” regresaría al perredeismo para enfrentar a Hipólito Mejía, como parte una estrategia del ingeniero Miguel Vargas Maldonado.
Con esos propósitos, comisiones formadas por dirigentes de ambos partidos políticos han sostenido tres reuniones en lugares diferentes. Hatuey Decamps llegaría al Partido Revolucionario Dominicano junto a todos los miembros del PRSD.
Las conversaciones las están encabezando, por disposición de Vargas Maldonado, los dirigentes Alfredo Pacheco y Neney Cabrera, por el partido blanco y Rafa Gamundy Cordero y Amadeo Rodríguez, por el PRSD.
Como parte de las negociaciones que concluirían con el regreso del licenciado Hatuey Decamps al PRD, aunque este lo negó a DominicanosHoy.com, se reunirán esta semana, las comisiones designadas para tales fines.
En entrevista reciente ofrecida a DominicanosHoy.com, Decamps rechazó los rumores de su regreso al PRD, fruto de acuerdos arribados en negociaciones con Vargas Maldonado, sin embargo, la versión ha toma más fuerza.
Explicó que su desinterés en retornar al PRD, “no lo deseo, ni ambiciono, debe quedar claro que salí del PRD-PPH por la corruptela auspiciada por el ex presidente Hipólito Mejía”.
Entiende que el país necesita un marco de referencia de hombres y mujeres de principios, porque el PRD se desvalorizó, independientemente de que existen gente buena, como las bases, no vinculadas a las vagabunderías hechas por un gran número de dirigentes.
El presidente del PRSD precisó que esa especulación con él no funcionará, puesto que ya anunció que su partido presentará candidatos a las elecciones congresuales y municipales.
Decamps fue expulsado del PRD en el año 2004, tras la derrota electoral de Hipólito Mejía, acusado de alta traición al partido blanco, ya que, según lo que se dijo, ordenó a su gente votar por el Partido de la Liberación Dominicana.
Se recuerda que en ese momento Vargas Maldonado, en ese entonces, uno de los principales activistas del Proyecto Presidencial Hipólito (PPH), que buscaba mantener en el poder a Mejía, votó a favor de la expulsión de Hatuey.
Miguel y Hatuey, dos veces compadres, habrían tenido algunas diferencias políticas, que ha sido subsanada ahora, cuando el último busca el regreso al partido que lo vio nacer como un líder político.
Mientras que fuertes confrontaciones entre seguidores de Mejía y Vargas Maldonado, hasta en los medios de comunicación, evidenciaron la división entre ambos. El disgusto comenzó después que Hipólito favoreció la escogencia de Miguel como presidente del PRD, y luego cambió de parecer.
Desde entonces, Mejía y Vargas Maldonado no coinciden, ni en las actividades propias del partido. Ambos dirigentes ni siquiera se vieron la cara en los actos por los 48 años de arribo al país del PRD, en 1961; ni en el 27 aniversario de la muerte trágica del presidente Antonio Guzmán Fernández, el 4 de julio de 1982.
La división entre Mejía y Vargas Maldonado se acentuó, luego que el segundo, ya proclamado presidente del PRD, tomara algunas decisiones a lo interno de esa organización política.
Mejía, ante la imposibilidad de dirimir el conflicto que impedía la realización de la convención para elegir los principales dirigentes del PRD, acudió por ante la Junta Central Electoral (JCE), para que ese organismo se pronunciara.
También Mejía impugnó ante la JCE, las resoluciones adoptadas el 19 de julio por la Convención Nacional Ordinaria de su partido.
