POR JUAN TAVERAS HERNANDEZ
Una amiga residente en Estados Unidos me acaba de convencer de que la República Dominicana es un país rico, algo que sólo Leonel Fernández pudo lograr.
Un estudio reciente del Banco Mundial ha establecido que el país de más valor en el mundo es Suecia, seguido de Dinamarca, Suiza y Estados Unidos. Que de América Latina los más ricos se encuentran en el Cono Sur encabezados por Argentina y Brasil. Se determinó que República Dominicana es cuatro veces más rica que Haití, lo cual explica, de algún modo el éxodo de haitianos hacia este país.
La República Dominicana es un país rico aunque muchos, como yo, creamos que somos pobres. No sé como los expertos del Banco Mundial y de las Naciones Unidas no han tomado el modelo económico dominicano para aplicarlo en África y el Caribe. En cuatro años un funcionario o un senador pueden acumular más de cien millones de pesos, por la derecha, sin contar los que puede acumular por la izquierda.
Mi amiga, que piensa jurar por la bandera gringa, me ha puesto a reflexionar sobre mi condición de hombre rico, algo que ignoraba. Estoy feliz porque hasta hace unos días me consideraba un ciudadano clase media que se empobrecía como consecuencia de la crisis. Pero no, soy rico. Ahora sé que “e p alante que vamos”.
Lean lo que me escribió esa entrañable compatriota.
“Juan, como sé que los árboles no te dejan ver el bosque. ¿Cómo puedes llamarte pobre, cuando eres capaz de pagar por un metro cúbico de agua más del doble de lo que pago yo? ¿Cuándo te das el lujo de pagar tarifas de electricidad y/o de teléfono un 60% más caras de lo que me cuestan a mí? ¿O, cuando por un carro que a mi me cuesta diez mil dólares, tú puedes pagar 28 mil dólares porque tú si puedes darte el gusto de regalarle 18 mil dólares al gobierno y nosotros no?; ¡Caramba, Juan, no te entiendo!”
“Pobres somos nosotros los habitantes de la Florida, ya que el Gobierno Estatal, teniendo en cuenta nuestra precaria situación financiera nos cobra sólo el 2% (hay otro 4% que es Federal; en total 6%) de impuestos por ITBIS. Y no un 16 % (que puede subir al 18), como a ustedes los ricos que viven en República Dominicana”.
“Además, sigue dándome en la cara mi amiga de los países, son ustedes los que
tienen”Impuestos de Lujo” (por alcohol, cigarrillos, puros, cervezas, vinos, etc.) que alcanza hasta el 120% de impuestos, o los otros. Porque si ustedes no fueran ricos, ¿qué sentido, qué sentido tendría tener unos impuestos de ese calibre?” “¿Pobre? ¿De dónde Juan? ¿Pobre de qué?”
“Un país que es capaz de cobrar el Impuesto sobre la Renta por adelantado, como la República Dominicana, necesariamente tiene que nada en la abundancia porque asume que los negocios de la República y todos sus habitantes siempre tendrán ganancias y, por supuesto son, como su nombre lo indica, ¡ricos!”
Dice mi amiga con seriedad: “Los ricos somos nosotros que no pagamos Impuestos sobre la Renta si ganamos menos de tres mil dólares al mes por persona. Y allí pagan policía privada, mientras que nosotros nos conformamos con la pública. Y envían a los hijos a colegios privados. Y mira si seremos pobres aquí en Estados Unidos, que las escuelas públicas te prestan los libros de estudio previendo que no tengas con que comprarlos”.
“A veces, continúa, me pongo verde de envidia pensando que cuando en República Dominicana sacan un préstamo cualquiera, son capaces de pagar 23% anual de intereses, como mínimo. ¡Eso es ser rico! No como aquí que apenas llegamos al 8%, justamente porque no estamos en condiciones de pagar más”.
“Supongo que como todo rico tienes un carro, y que estás pagando un 6 o 7% anual de seguro; si te sirve de información, yo pago sólo 345 dólares por año. Saca la cuenta. ¿Quién es el rico, y quién es el pobre: tú o yo?”
“Por último, casi el 40% de la población económicamente activa en República Dominicana no tiene empleo. Aquí, en cambio, solo hay un 4% en esa situación. ¿No te parece que el vivir sin trabaja es un lujo que solo los ricos se pueden dar? Y en este caso, ¿no habrá en República Dominicana veinte veces más ricos que aquí?
“Vamos hermano, te quedaste porque eres rico. Son los pobres como yo los que nos hemos tenido que irnos. Bueno mi querido Juan, te mando un abrazo, y ahí luego me platicas que otros impuestos tienen el honor de pagar. Att. Tu amiga Fulanita de Tal.”