domingo, 26 de octubre de 2008

Profesores comparten aulas en la escuela de Cancino Adentro


26 de octumbre de 2008

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El dirigente comunitario Darwin Féliz Matos muestra la edificación donde se construyen 12 aulas, paralizadas hace dos meses.

SANTO DOMINGO.- En la Escuela Básica de Cancino Adentro, en Santo Domingo Este, dos profesoras se ven obligadas a compartir en un mismo horario una aula, mientras entre 70 y 80 estudiantes se distribuyen en ese mismo lugar para recibir docencia, debido a la falta de espacio en el plantel.

Allí reciben docencia más de 1,500 estudiantes en un pabellón de 12 aulas, mientras madres de estudiantes, profesores y dirigentes comunitarios coinciden en la necesidad de que se terminen otras 12 aulas que están en construcción, pero cuyos trabajos están paralizados desde hace dos meses.

El presidente de la Comisión Juvenil para el Desarroyo de Cancino Adentro, Darwin Féliz Matos, recuerda que en octubre del año pasado la secretaría de Educación entregó al ingeniero encargado de la obra RD$2.8 millones para construir dos pabellones de 12 aulas cada uno, pero sólo se terminó la remodelación de 12 aulas, que es donde ahora se imparte docencia, y las restantes se encuentran a medio construir.

“El ingeniero alega falta de presupuesto, pero tenemos el recorte de periódico del año pasado cuando le entregaron RD$2.8 millones”, señaló el dirigente comunitario, quien junto a Leonel González, miembro de la entidad juvenil, mostraron las condiciones en que opera el plantel.

Aseguró que debido a la falta de espacio cientos de estudiantes se quedan fuera de las aulas, lo que está incentivando el incremento de la delincuencia en el sector. La profesora de quinto grado María Altagracia González dice que ella es de las privilegiadas porque está sola en una aula, donde ofrece docencia a 48 estudiantes, pero otras tienen que compartir esos espacios entre dos, debido a las pocas aulas y a la gran cantidad de estudiantes, ya que a esa escuela acuden alumnos de más de siete barrios. “Antes trabajamos en condiciones muy paupérrimas, se terminó un pabellón, pero ahora mismo hay maestras que comparten una misma aula con 80 estudiantes, y así es imposible impartir una educación de calidad”, dijo la docente.

Ve urgente que se concluyan las aulas que se encuentran en construcción y que incluso se levante otra escuela para poder cubrir la demanda. Los mismos reclamos hicieron vecinos con hijos inscritos en el plantel escolar. “Esos muchachos están ahí como sardinas en lata”, señala Cristina Díaz, madre de cinco estudiantes de la escuela, mientras Evelin Herrera recuerda que esa es la única escuela que hay en la zona y por tanto considera que merece mayor atención.

Los dirigentes comunitarios mostraron además un vertedero que se ha improvisado a pocos metros de la escuela, donde pululan todo tipo de insectos y roedores, debido a la precariedad del servicio de recogida de basura.

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