La Comisión Nacional Organizadora de la XXVII Convención Nacional Ordinaria que está supuesta a celebrarse el próximo 14 de junio ha tomado una decisión fundamental que impedirá que el Partido Revolucionario Dominicano colapse. Es una actitud seria y responsable que tendrá que ser validada por la Comisión Política.
Los miembros de la Comisión Nacional Organizadora de la Convención elaboraron un reglamento en el cual establecen que los estatutos del partido serán acatados al pie de la letra.
Ojalá que la Comisión Política apruebe esa decisión de no permitir que los Estatutos sean pisoteados. Ojalá que en esa reunión prime el buen juicio, prime el interés de salvar al partido evitando una dolorosa división.
Si nos acogemos a lo que dicen los estatutos aprobados democráticamente durante la Convención Nacional Extraordinaria del 28 de noviembre del 2004 y modificados en la Convención Nacional Extraordinaria del 16 de Julio del 2005, Miguel Vargas Maldonado tiene que decidirse entre la presidencia del partido y la nominación a la presidencia de la República.
El articulo 185 dice: “El Presidente del Partido, el Secretario General, el Secretario Nacional de Organización, y el Secretario Nacional de Asuntos Electorales, no podrán aspirar a la candidatura para la Presidencia y Vicepresidencia de la República y demás cargos electivos, antes del termino del mandato para el cual fue elegido, aunque renuncien”. Ese artículo, aprobado por Miguel Vargas y quienes le siguen hoy, no está sujeto a discusión.
No entiendo como es que ahora, por ambiciones personales o grupales, los que participaron en ambas convenciones, que incluso formaron parte de la redacción de los estatutos, ahora quieren violarlos, como si ese documento, fuera un pedazo de papel sucio, cuando debería ser como la Biblia, sagrado.
Es la gente que habla de institucionalidad, que condena al presidente Leonel Fernández por violar la Constitución tomando préstamos ilegales como los 130 millones de dólares de la Sun Land.
Quienes acompañan a Miguel Vargas en la empresa de ignorar las leyes internas del PRD dicen que no importa, que después, cuando Vargas sea presidente del partido cambiará los estatutos para hacerse un traje a la medida, que es lo que está haciendo Fernández con la Constitución. Es lo que han hecho los dictadores y los pichones de dictadores con la Carta Magna.
Siguiendo esa lógica, puedo deducir que si Miguel Vargas se impusiera en el PRD y luego en la presidencia del país cambiaría la Constitución para acomodarla a sus intereses, que es justamente lo que está haciendo Leonel Fernández. Es decir, seguiríamos dando vueltas en círculo sin romper las trabas del paternalismo y el clientelismo.
Continuando con la trascendental decisión tomada por la Comisión Organizadora de la Convención, los Estatutos establecen cómo deben elegirse los dirigentes. Lo del padrón universal que pide Miguel Vargas no es posible, ni conveniente. Seria bueno que los asesores de Vargas Maldonado se leyeran los Estatutos del partido que desean dirigir. El artículo 173 señala: “Los cargos de Presidente, el 70% de los Vicepresidentes, el Secretario General, el Secretario Nacional de Organización y el 70% de los subsecretarios generales del partido serán elegidos mediante candidaturas uninominales por el voto universal, directo y secreto de la militancia. Los demás miembros titulares del Comité Ejecutivo Nacional serán elegidos por la Convención Nacional Ordinaria, mediante el voto directo y secreto de cada uno de los delegados acreditados al efecto”.
Párrafo 1: Los cargos de Presidente, Vicepresidente, Secretario General, Secretario de Organización y los Subsecretarios a nivel Provincial, del Distrito Nacional, Municipal, Zonal y Seccional del Exterior, serán elegidos mediante candidaturas uninominales por el voto universal, directo y secreto de la militancia en sus respectivas jurisdicciones. Los demás miembros titulares de los organismos anteriormente señalados serán elegidos en cada caso por la Convención Ordinaria correspondientes, mediante el voto directo y secreto de cada uno de los delegados acreditados al efecto”.
Y el párrafo dos reza: “La duración del Proceso de votación será reglamentada en cada oportunidad por la Comisión Nacional Organizadora de la Convención previa aprobación de la Comisión Política del CEN”.
Como puede verse, los Estatutos explican cómo deben elegirse los dirigentes. Un padrón abierto o semiabierto como plantea Miguel Vargas se presta a juegos sucios, pues permite que los enemigos metan sus manos con recursos económicos y de otra naturaleza. El gobierno, para citar un ejemplo, podría participar en la votación para que sea elegido el candidato que más le convenga.
Creo firmemente que los Estatutos son la garantía de unidad y cambio. El único árbitro posible hoy día en el PRD lo constituyen los Estatutos. No hay otro.
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