Espera reparto en Navidad no sea espectáculo repugnante

12 de noviembre de 2008 www.almomento.net

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Quiere que iglesias participen en reparto de Navidad SANTO DOMINGO.- El presidente del PRD, Ramón Alburquerque, espera que la inversión de 800 millones de pesos en canastas navideñas, anunciada por el gobierno, no sea otro espectáculo repugnante y burlesco contra las familias de escasos recursos reclamó que sea convertido en un acto respetuoso que mitigue la angustia popular por el alto costo de la vida en el país y una actividad digna de la condición humana. El político expresó que lo único digno sería que la presidencia de la República haga estos repartos en combinación con las iglesias y entidades comunitarias a fin de garantizar una justa distribución de los regalos. Dijo que con ello se evitaría toda injerencia de la política partidista, en razón de que no se usarán fondos del PLD, ni del patrimonio personal del presidente Leonel Fernández, la propia presidencia informa que se gastarán 800 millones de pesos. Cada año miles de pobres del país acuden esperanzados a recibir regalos navideños, no obstante, abundan los atropellos y abusos cometidos por el personal a cargo de las operaciones o por el desorden imperante. En medio de todo, son muchos los casos en que a miles de infelices no se les entrega nada a causa de su filiación política, porque también se practica la discriminación política como criterios distributivos. Las navidades son momentos de prácticas generosas no de proselitismo partidista, la intención que anime estos actos debe ser el llevar un poco de felicidad a los hogares carentes de medios como una obra inspirada en la solidaridad cristiana. Lo justo sería que todos los partidos políticos tuvieran la misma oportunidad o que la distribución se realice al margen del partidismo con el propósito de que el país disfrute estas fiestas de pascuas navideñas sin los colores partidarios, pero lamentablemente el PLD no desaprovechará casi instante para su imprudente promoción desenfrenada. Las canastas navideñas compradas con dineros públicos son distribuidas en los mismos locales del PLD como si fueran de su propiedad individual. Este tráfico de influencia se hace a plena luz sin remordimiento alguno. Alburquerque demando que se involucren las iglesias y las entidades comunitarias no partidistas, y en forma organizada se proceda al reparto casa por casa, no en multitudes donde se vean madres embarazadas y con niños pequeños aplastadas por grupos desesperados por tomar la mayor parte en el reparto. Estos espectáculos vergonzantes indignos de una nación de gente que se respeta no deben tener lugar en nuestra nación.