Citó un documento del WTTC en el cual se establece que en 2008, el 14.8 por ciento del producto interno bruto regional y el 12.9 por ciento del empleo, provino del turismo.
La región del Caribe recibe cada año una población turística casi del mismo tamaño de su población. Sólo en el año 2006, de Estados Unidos vinieron a la región 5.9 millones de turistas. En el año 2004, la demanda de servicios turísticos en el Caribe fue del orden de los 40 mil 300 millones de dólares.
Al analizar en un reciente encuentro en México, la agricultura del Caribe, el agrónomo Mejía destacó que “uno de los grandes desafíos que enfrenta el Caribe es el de conciliar la conservación de sus recursos naturales con la necesidad de crear oportunidades de ingresos y empleos para su población.”
“Muchas de las áreas de amortiguación de las frágiles reservas naturales el Caribe pueden tener en el cultivo de vegetales una alternativa, como es el caso de la producción bajo invernaderos”, dijo.
Planteó que República Dominicana tiene uno de los climas más diversos y apropiados para el cultivo de vegetales y hortalizas en el Caribe.
Dijo que existen importantes valles con extensas áreas cultivables, baja pluviometría, abundante disponibilidad de agua para irrigación y temperaturas cálidas”.
Observó que la cultura alimentaria del país ha ido integrándose poco a poco al consumo de vegetales como parte imprescindible de la dieta diaria, convirtiéndose las hortaliza frescas en uno de los principales atractivos de las grandes cadenas de supermercados.
Citó que la introducción en gran escala de la tecnología de invernaderos está dando un gran impulso a la producción de vegetales y hortalizas en la República Dominicana.
“Desde el año 2000, por iniciativa del Gobierno encabezado por el autor, se inició un amplio programa de financiamiento y apoyo técnico, incluyendo acuerdo de mercadeo, para la instalación y manejo de la producción en invernaderos”, dijo, e indicó que “los resultados de esta iniciativa han sido muy exitosos y se mantiene un alto nivel de interés por parte del sector privado por invertir en esta tecnología”.
Informó que en el país se siembra cada año cerca de tres mil hectáreas de diferentes especies de vegetales orientales para exportar a los mercados de Estados Unidos, Europa, Canadá y el Caribe y “esto puede ser un ejemplo del aprovechamiento exitoso de un nicho de mercado”.
Opinó el ex mandatario que la introducción de semillas mejoradas y de calidad reconocida “ha sido una variable fundamental para el progreso que ha tenido el país en la producción de vegetales y hortalizas frescas”.
“En este campo todavía hay mucho camino por recorrer, sobre todo, en el convencimiento por parte del agricultor del retorno en productividad que tienen las semillas de alta calidad genética”, dijo.
Ese planteamiento lo llevó a toda la región, al indicar que la producción e vegetales y hortalizas es la otra alternativa agrícola del Caribe, además de las frutas.
“La región tiene un importante mercado interno, es visitada cada año por decenas de millones de turistas, y cuenta con el fácil acceso a los mercados de Estados Unidos y Canadá”, dijo.
Precisó que el nivel medio de las población del Caribe, “con algunas raras excepciones, convierte a la región en una importante consumidora de frutas y vegetales”.
Observó, además de que “el alto número de turistas que visitan cada año la zona es otro destino seguro para la producción local”.
Otro importante nicho es el mercado étnico, ubicado en Estados Unidos, Canadá y Europa, constituyendo un mercado atractivo para los productos de la región.
Planteó que en todo el Caribe, la producción de vegetales “es una opción con alto contenido económico y social ya que se trata de rubros con capacidad de generar en pequeñas áreas, como las que prevalecen en el Caribe, niveles de ingresos aceptables para las familias involucradas”.
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