POR JUAN TAVERAS HERNÁNDEZ
El dilecto amigo Neney Cabrera, coordinador de la pasada campaña electoral de Miguel Vargas, me escribe una atenta nota, a propósito de mi columna del pasado domingo, Miguel Vargas Presidente, que me gustaría mucho compartir con los lectores. “Juan, he leído detenidamente tu artículo de hoy. Me llama poderosamente la atención cuando dices que para Hipólito Mejía, si era muy conveniente presentarse como candidato para dirigir al PRD. Sin embargo, planteas que para Miguel Vargas no lo es, a pesar de ser circunstancias muy similares. También me parece igualmente extraño, cuando dices que una victoria de Miguel, aunque fuere 90 a 10 sería una derrota para él y su equipo político, y además agregas que terminaría, el PRD, dividiéndose. En todas las democracias del mundo, las grandes mayorías siempre gobiernan y dirigen a las selectas minorías (una victoria con una relación de 80 o 90 por ciento, sobre un 20 0 10 por ciento, como tú mismo la planteas, representaría sin dudas la inmensa mayoría partidaria y reafirmaría que Miguel Vargas es, en estos momentos, la figura que goza de mas apoyo en las bases del PRD). Miguel Vargas será presidente del PRD, yendo a una convención abierta y democrática, donde se expresen libremente todos los dirigentes, militantes y simpatizantes del partido. Dejemos que ellos sean los que decidan a quien o a quienes quieren para que dirija los destinos partidarios en esta etapa histórica de nuestro glorioso partido.”
“Por otro lado mi dilecto amigo, enfrentar un bloque que se forme en contra de la candidatura a la presidencia del PRD del Ing. Vargas, pensamos que estaría dentro del lógico accionar político en nuestro medio, además de que lo vemos totalmente normal, ese es precisamente el juego que indica la democracia, pero además recuerda que ya tenemos una grata experiencia con relación a ese tipo de competencia. En una carrera política hacia el poder, hay que estar preparado para asumir grandes retos, pero también para enfrentar con determinación y coraje todos los obstáculos que se presenten en el camino.”
“Juan, te aseguro que estamos muy bien preparados, para competir y ganar; pero ganar de manera convincente, no tengas la menor duda de eso. Ya demostramos, en el 2007, que sabemos cómo hacerlo, y ahora lo demostraremos de nuevo, en la convención interna de junio 2009. Con el MVP en la presidencia del PRD, estará plenamente garantizada la unidad partidaria, y sobre todo estará garantizada la victoria que tanto quieren y sobre todo necesitan las bases de nuestro partido, en las elecciones congresuales y municipales del año 2010, y el retorno al poder en las elecciones del año 2012. Un saludo fraternal”.
El diputado Neney Cabrera pierde de vista algunos elementos que considero útiles para el debate. En primer lugar las circunstancias políticas del año 2004 son distintas a las de ahora. Incluso la situación del PRD de entonces era diferente. En segundo lugar, Hipólito no es doña Milagros Ortiz en cuanto a liderazgo y estructura orgánica dentro y fuera del PRD. Enfrentar a Hipólito Mejía no será igual que enfrentar a doña Milagros. quien no tenía plataforma a nivel nacional fuerte, ni los recursos económicos para competir con “Miky el que resuelve”. En tercer lugar, doña Milagros – una mujer de condiciones políticas y morales excepcionales- no contó con el apoyo de Hipólito Mejía que respaldó a su ex secretario de Obras Públicas. Sin esa ayuda, Miguel no hubiera sido candidato. Hipólito le endosó sus cuadros, militantes y simpatizantes de manera desinteresada. Mucha gente desfiló por la casa campestre del ex mandatario para preguntarle qué hacer. Escuché decenas de veces a Hipólito enviarle su gente a Miguel. Lo escuché solicitar colaboración económica para Miguel. De igual manera lo vi hacer hasta lo imposible para que Miguel Vargas fuera presidente de la República, en contra de muchos de sus colaboradores.
Pero en política los aliados de hoy son los adversarios de mañana. Y viceversa. El enfrentamiento Hipólito-Miguel era inevitable. Ambos buscan lo mismo: La presidencia de la República.
Sólo que Hipólito estaba dispuesto a esperar que fueran las circunstancias las que le aconsejaran si era posible o no, si era prudente o no.
Ahora le lanzan un cohete chino entre los pies para que salga corriendo. Pero Hipólito no huye. Tiene que defender su espacio político y defender al PRD para que no sea, como dice Fafa Taveras, privatizado.
Nadie más les apagará el jacho a los perredeístas. La experiencia fue funesta.
Neney: Si Miguel Vargas insiste en buscar la presidencia del PRD perderá más por lo menos. Y te diré algo más mi caro amigo: Perderá la convención de Enmanuel Esquea Guerrero.
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