miércoles, 17 de septiembre de 2008

Los enemigos de Hipólito


17 de septiembre de 2008

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Juan Taveras Hernéndez
Juan Taveras Hernéndez

POR JUAN TAVERAS HERNÁNDEZ
Hasta el momento, ningún dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) le ha negado al ex presidente Hipólito Mejía la posibilidad de volver a ser candidato a la Presidencia de la República. Nadie en el Partido Reformista, ni en otras organizaciones se ha referido al tema. Quienes permanentemente dicen que Hipólito no puede optar por la presidencia son los perredeístas, particularmente aquéllos que ocuparon las posiciones más altas de su gobierno.

Hace unos días, durante un programa de televisión, los voceros de uno de los aspirantes a la nominación presidencial le recomendaron quedarse en su casa de San Cristóbal sembrando mangos, porque ya su tiempo pasó, que olvide la política.

Ocurre, sin embargo, que más del 60% de la militancia del PRD reconoce a Hipólito como líder y jefe de ese partido, lo que explica que todos los aspirantes a cargos electivos dentro y fuera del PRD van a San Cristóbal en busca de su respaldo.

Cada vez que el ex presidente saca la cabeza aparecen dirigentes del PRD que cogen un hacha para cortársela.

Los ingratos no tienen memoria.

Pocos, muy pocos, salieron a defender a Hipólito cuando salió del poder, incluyendo algunos compadres y amigos del cargo. Muy pocos, le salieron al frente a la campaña mediática montada por el gobierno de Leonel Fernández. No fueron pocos los que se sumaron a la difamación y la injuria, los que le hicieron coro al gobierno para convertir al PPH en las siglas de la destrucción y la muerte.

Pero no pudieron. No pudo el gobierno con sus millones y sus bocinas, ni los tránsfugas y traidores del PRD. Ahora tiemblan de pensar en la posibilidad del retorno de Hipólito.

Después que el caso Baninter adquirió el carácter de la cosa irrevocablemente juzgada, con una condena a los culpables, el ex presidente Mejía le envió una segunda carta al presidente Leonel Fernández demostrando que actuó correctamente salvando a más de 700 mil ahorristas y sometiendo a la Justicia a los que cometieron el delito que provocó un colapso en la economía nacional.

Ahora envía una carta a la Comisión Política del PRD llamando a la unidad y a la creación de un frente amplio opositor. Se trata de cartas con juicios bien ponderados y atinados que lo colocan como un estadista, como un dirigente político serio y responsable.

El ex presidente Mejía esta interesado, mas que cualquier otra cosa en estos momentos en la unidad y fortalecimiento del PRD, porque sabe que sin un instrumento poderoso, bien organizado y compactado, será imposible el retorno al poder.

Hipólito -lo digo yo que tengo autoridad- no busca la nominación presidencial como el que se muere de hambre o de sed. No.

Lo dice siempre en las reuniones: Primero el país, luego el partido. Y si es posible ser candidato presidencial, que así sea, pero no a las malas. No es tiempo de candidaturas presidenciales. El partido tiene compromisos urgentes, como la convención que elegirá las próximas autoridades del partido y luego la escogencia de los candidatos congresuales y municipales.

Pero en el PRD hay gente que no duerme bien pensando que la Constitución será modificada por el presidente Fernández, y que el “nunca jamás” desaparecerá dejándole las puertas abiertas a Hipólito. Tiemblan, se comen las uñas. Sienten que Hipólito se levanta de sus propias cenizas, que su popularidad aumenta rápidamente, que la tasa de rechazo es menor, que su liderazgo renace.

Para optar por la nominación, Hipólito no precisa de la modificación constitucional. El artículo 49 es claro al respecto: el que no se puede repostular más de dos veces es el Presidente de la República. Hipólito sólo fue presidente una vez. Quien no se puede presentar, porque ha sido electo en dos ocasiones consecutivas, es Leonel Fernández. De ahí su afán por cambiar el texto constitucional del artículo 49. Ahora bien, si cambia el texto eliminando la duda, como parece ocurrir, el corredero será inminente entre los enemigos públicos y soterrados de Hipólito en el PRD.

La estrategia del ex presidente Mejía está claramente establecida en su carta a la Comisión Política: “Primero la unidad; segundo, la representación real de las necesidades de nuestro pueblo; tercero, estar lo más preparados para solucionar los problemas del país y darle un futuro mejor. ¡Así de simple! Pero no se trata de la unidad detrás de mi o de cualquier otra persona, no se trata de mis necesidades, no es que sean mis ideas las que deben ser seguidas. Se trata de algo mucho mayor. De la unidad de todo el Partido en la búsqueda de las mejores soluciones a los problemas que agobian a nuestra gente”.

Primero el país, luego el Partido. Lo demás, después…

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