domingo, 13 de enero de 2008

Hipercorrupción




POR JUAN TAVERAS HERNANDEZ
Tal vez ya no lo recuerde, pero durante la campaña electoral de 1996 Leonel Fernández aseguró que, “en la República Dominicana estamos frente a un caso típico de lo que los especialistas en el área llaman un fenómeno de hipercorrupción, en el que la corrupción envuelve no sólo tres, cuatro o hasta diez funcionarios, de tal manera que si fuéramos a compararlo con un ser humano diríamos que su enfermedad es de tal grado que tiene tuberculosis, cáncer y SIDA al mismo tiempo.”

Aseguró entonces que la corrupción se llevaba cada año “30 mil millones de pesos”.

“Dentro de ese mismo contexto –prometió el candidato- propiciaremos la aprobación de una ley de Presunción de Enriquecimiento Ilícito, la cual producirá una inversión del fardo de la prueba.”

“Ya no será el Ministerio Público al que le corresponderá aportar las pruebas de la acusación que presente frente a un funcionario público, por la comisión de actos de corrupción, sino que, por el contrario, corresponderá al funcionario acusado demostrar que es inocente de los cargos que le imputan, los cuales se derivan de las circunstancias del que mantiene un nivel de vida por encima de sus niveles de ingresos y de lo que declaró públicamente eran sus bienes al momento de ocupar sus funciones públicas”, añadió.

En 1996, en el primer gobierno de Fernández, el subsecretario de Presidencia, Miguel Solano, denunció las acciones presuntamente corruptas de su jefe.

En 1981 el periódico Vanguardia del Pueblo, apareció uno de los álbumes de la corrupción que ese partido solía publicar contra los gobiernos de Balaguer. En ese álbum apareció un comentario, que se presume fue escrito por Juan Bosch: “El corrompido es corruptor”, que entre otras cosas señala: “La corrupción tiene muchas formas porque no se limita al robo de los dineros que el pueblo le paga al Estado a través de los impuestos directos e indirectos. Se actúa en forma corrupta cuando se sabe que alguien está ejerciendo la corrupción y se le protege con el silencio o se le defiende a cambio de recibir favores del corrompido. Es corrupción usar la influencia que da un cargo público para hacer negocio con el Estado o para beneficiarse de los hechos de negociantes sin escrúpulos. Pero sería corrupción para nosotros, que no tenemos cargos puestos en el aparato del Estado, nos quedáramos callados ante la ola de corrupción que se ha levantado en el país.” Proféticas palabras de Bosch. Increíble la actualidad, pues 27 años después sus discípulos, no como Pedro que negó a Jesús tres veces, lo han negado cientos de veces desde el poder.

Los escándalos de corrupción administrativas se suceden sin que se hagan investigaciones serias, sin que nadie sea sometido.

Nadie sabe en que puerta se detiene la corrupción hoy día. Balaguer dijo en una ocasión que la corrupción sólo se detenía en la puerta de su despacho; ese mismo Balaguer fue el que aseguró que descubría un corrupto todos los días en la administración pública. Ese Balaguer, mentor y guía de quienes dirigen la cosa pública, hizo de la corrupción un instrumento para mantenerse en el gobierno.

Si la corrupción se lleva entre las uñas el 30% del presupuesto nacional desde hace 30 años, ahora asciende a 90 mil millones, poco más, poco menos, que engrosan las fortunas de los funcionarios y de sus amigos testaferros, socios o relacionados.

Tras bajar victorioso de la Sierra Maestra el comandante Fidel Castro hizo una promesa que ha cumplido al pie de la letra.

"Jamás nos verá el pueblo con una inmoralidad, ni concediendo un privilegio a nadie, ni tolerando una injusticia, ni robando, ni enriqueciéndonos, ni cosas por el estilo; porque el poder lo concebimos como un sacrificio, y créanme que si no fuera así, después de todas las muestras de cariño que yo he recibido del pueblo, de toda esa manifestación apoteósica de hoy, si no fuera un deber el que uno tiene que cumplir, lo mejor era irse, retirarse, o morirse; porque después de tanto cariño y de tanta fe, ¡miedo da el no poder cumplir como uno tiene que cumplir con este pueblo!

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