domingo, 16 de diciembre de 2007

Obispo exige investigar

SAN FRANCISCO DE MACORIS.- El obispo de la diócesis de esta ciudad reclamó, ayer, al Gobierno ordenar una investigación sobre la forma en fue desaguada la presa de Tavera, lo que habría sido la causa directa de la muerte de más de 50 personas y daños incalculables a la agricultura.

Asimismo, monseñor Jesús María de Jesús Moya denunció que la ayuda que llega a los damnificados del Bajo Yuna es menos del 10 por ciento de lo que llegaba en los primeros días de la tormenta Noel.

“Luego del incidente, por no decir accidente, se ha ido toda la atención a Santiago, pero en el Bajo Yuna los daños son incuantificables y se está recibiendo escasa solidaridad”, aseguró Moya.

La ayuda no llega a un 10 por ciento y el Bajo Yuna necesita una mayor atención.

“Aquí se dice una cosa por otra, pero se trata de un país con autoridades muy flojas, gente que no cumple las leyes” comentó


Se quejó de que haya autoridades que no hacen cumplir” las leyes, refiriéndose “a todos los gobiernos”, no a uno en particular.

De Jesús Moya expresó que todo parece indicar que con la presa de Tavera hubo un error humano, y a su juicio debe realizarse una investigación y establecer responsabilidades.

“Por qué no soltaron esa agua una semana antes, que respondan eso, no me lo explico”, dijo, tras indicar que lo que pasó en Santiago encontró la respuesta de una comunidad solidaria.

De Jesús Moya dijo que el agua que cayó en el país no era para inundar a Santiago, aunque sí al Bajo Yuna, pues en la zona todos los arroyos y ríos llegan al nordeste.

Insistió que alguien debe decir qué fue lo que pasó en Santiago, aunque se quejó en forma reiterativa de la flojedad histórica de las autoridades.

En una entrevista exclusiva para HOY, el obispo de San Francisco de Macorís, aseguró que este es un pueblo indisciplinado y que así no se puede desarrollar una nación.

El sacerdote pidió al Estado que hacer una mayor inversión en salud, educación, alimentación y vías de acceso a las comunidades.

“Habrá que ver la proporción real que se dedicará del presupuesto a salud, educación y viviendas”, expresó, tras reclamar mayor atención para las comunidades del Bajo Yuna.

El religioso consideró poco serio que se siga invirtiendo en reubicar a los damnificados en la misma zona de peligro.

En lo concerniente a la inversión en educación, señaló que en teoría es mucho, pero en la práctica es una falsedad.

“Si digo que la educación es muy importante y no invierto en la educación, entonces lo que digo es falso”, aseguró De Jesús Moya.

REALIZAN ESTUDIO

El obispo católico aseguró que investigadores de la Universidad Nordestana y la diócesis realizan una investigación sobre las necesidades de la zona. Luego de eso se hará una campaña de concienciación para que la gente conozca las ventajas de alejarse de esa zona de peligro.

Asimismo, el estudio establecerá formas de financiamientos para la construcción de viviendas seguras y alejadas de la zonas vulnerables. Participarán antropólogos, sociólogos, educadores, la iglesia, el Estado y el Gobierno.

Moya manifestó que los daños en la zona son enormes, por lo que pidió la colaboración de todos los sectores. A su juicio es necesario levantar la esperanza de los productores.

Sostuvo que se hace necesario disciplinar el río Yuna y el Camú.

El religioso se refirió a los daños que causaron en la zona los efectos de las tormentas Noel y Olga ocurridas con un mes de diferencia y que dejaron a su paso muerte, destrucción y desolación.

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