sábado, 21 de febrero de 2009

República Dominicana paradigma de la desigualdad e inequidad


21 de febrero de 2009


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Una de las calles de Cienfuegos, talleres de mecánica en las aceras
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El padre de estos niños, irreevencia la Bandera Nacional al tomar para tapar hoyos en la vetusta casita en el barrio La Emboscada
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Apretujados, estuos niños reciben clases en una escuelita en el barrio Villa Rosa
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Tirados en el suelo y en condiciones de insalubridad, hombres, mujeres y niños venden y compran rubros agrícolas en el mercado de Cienfuegos.
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Casitas construidas de zinc viejo en el barrio San Antonio, de Cienfuegos.
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SANTIAGO, 21 de febrero 2009.- A orillas del Mar Caribe, la República Dominicana se levanta como una tierra paradisíaca que cada año atrae entre 4 a 5 millones de visitantes del mundo. Cualquier extranjero que la visita por primera vez, queda encantado de retornar por sus bellezas naturales, las lindas mujeres, la hospitalidad y solidaridad de sus gentes y otros placeres.

Esta Nación, se exhibe como una postal de ensueño que olvida otra República Dominicana, completamente antagónica a ésta, destino de enamorados y de turistas.

Hay razones como es la pobreza y la inmundicia; el desigual reparto de la riqueza y de la inequidad de oportunidades.

República Dominicana que, a pesar de contar con un Indice de Desarrollo Humano-IDH- medio, se antoja pobre para más del 50% de su población y extremadamente pobre para algo más del 20% de la misma.

De nada ha servido hasta ahora la bonanza económica que el país ha experimentado en los últimos 50 años, cuya población se ha empobrecido en los últimos 8 años, porque han millares han perdido sus fuentes de trabajo, miles de mujeres desempleadas han tenido que irse a países vecinos a prostituirse para poder mantener a su familia.

En los ocho años de gobierno del Partido de la Liberación Dominicana, en la ciudad de Santiago de los Caballeros, alrededor de de 65 mil operarios de la Zona Franca perdieron sus empleos y el negocio informal con puesto por cafeterías, vendedores de café, de comida, de ropas, zapatos, desaparecieron y decenas de pensiones, barberías, entre otros cerraron sus puertas, dejando a cientos de personas sin fuentes de ignresos económicos.

El repunte de que hablan las autoridades y altos funcionarios del Gobierno, lejos de mejorar la calidad de vida de los más desfavorecidos, ha agudizado las desigualdades sociales ya existentes, y a la vez, ha abierto nuevas brechas entre los distintos colectivos.

La minoría dominicana que camina hacia la globalización se halla cada vez más distante de una mayoría que, según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo-PNUD-, se ve arrastrada por una mecánica social que crea riqueza a un grupito de funcionarios y dirigentes del partido oficialista, reproduciendo miseria entre la mayoría de sus habitantes.

En consecuencia, las ciduades dominicanas se han convertido en la expresión de la dinámica de la desigualdad, las zonas rurales y los barrios marginados, en el resultado de la ausencia de desarrollo humano, calles, caminos vecinales y carreteras deterioradas por la falta de una política real y efectiva de mejoramiento vial.

Una de estas zonas periurbanas desatendida se localiza a cuatro kilómetros del centro de la ciudad de Santiago de los Caballeros, la segunda en importancia del país y el primero de América.

Ese barrio se llama Cienfuegos, formado el día 2 de agosto del año 1975, cuando un incendio destruyó 300 casitas en el barrio El Ejido y 100 de las familias fueron mudados a una pocilga de puercos al Noroeste de la ciudad de Santiago, gracias a la solidaridad del empresario José Armando Bermúdez-Poppy- que cedió unos terrenos para esa causa.

Esta populoso barriada, posee más de barrios, tenía más de mil colmados, almacenes y supermercados, pero tras la debacle de las industrias de la Zona Franca Industrial, decenas de ellos han desaparecidos.

Cuenta con varias escuelas, liceos secundarios, colegios privados, un hospital, un Cuerpo de Bomberos, un destacamento policial, cientos de clubes culturales, la primera Casa de Justicia que se instaló en la República Dominicana, entre otros negocios.

Paradójicamente, mientras la capital provincial de Santiago presenta el menor índice de pobreza del país, basando en un 19%, los habitantes del suroeste de Cienfuegos se hallan dentro de un 20% de la población dominicana que vive en una situación de extrema pobreza.

Cienfuegos, está formado por personas de todos las 32 provincias del país, los cuales llegaron atraídos por las industrias de la Zona Franca y quienes tienen costumbres y culturales regionales, formas de vivir, de hablar, de pensar y de actuar.

En este sector, un hecho que obliga a muchos de sus habitantes, los cuales, a pesar de que nunca se ha censado con exactitud parea determianr la cantidad de personas que posee, pero, al decir de ciudadanos, se calcula que sobrepasa los 200 mil habitantes.

Este barrio tiene una población habitacional que diez provincias del país, pero sus moradores, a pesar del olvido gubernamental que tenido por décadas, ha sobrevivido de los desechos sólidos que depositan en el vertedero de Rafey, un lugar infecto que sirve de caldo de cultivo para la proliferación de todo tipo de enfermedades.

Esta barriada, es el paradigma de la desigualdad y la inequidad de oportunidades, de millares de personas, especialmente, niños, niñas, donde muchas de esas adolescentes, antes de llegar a los 17 años, ya tienen dos, tres y cuatro niños.

Algunas de esas menores padecen del Sindrome de Inmuno Deficiencia Adquirida-SIDA-.

Una considerable cantidad de ellos y de ellos padecen de asma, desnutrición, parasitósis, problemas dentales, entre otras patologías.

Como salvoconducto, a esa empobrecida barriada han venido las fundaciones ANESVAD de España y Medio Ambiente y Desarrollo-FUNDAMBIENTE-para afrontar los retos y desafíos de la zona a desarrollar proyectos de saneamiento ambiental y atención sanitaria integral donde priorizan la promoción de la salud y la prevención de enfermedades.

Implementan un ambicioso reto que persigue una completa transformación social, mediante la plena participación de la comunidad y la satisfacción de todas sus necesidades básicas.

ANESVAD de España aporta los recursos económicos y FUNDAMBIENTE es la institución que los ejecuta en educación, capacitación sanitaria, atención médica, luchan a favor del medio ambiente, saneamiento de los barrios, fortalecimiento institucional con acuerdo firmados con la Secretaría de Salud Pública y el Ayuntamiento Municipal.

Otras de las prioridades son la formación de promotoras y promotores de salud, ofrecen servicios de consulta general, venta de medicamentos, odontología, laboratorio clínico, vacunación masiva entre niños, adultos, contra difretnes tipos de enfermedades, operativos médicos, papanicolao y desparasitación.

Imparten cursos de capacitación, de Informática, elaboración de proyectos comunitarios, formación de grupos comunitarios, comités de salud, ayudan a la construcción de centros comunitarios, de escuelas, contentes, limpieza, manejo de desechos sólidos, siembra de árboles y cuidado de los recursos naturales y forestales.

Además, cursos sobre manejo de equipos de Rayos X, equipos de radiocardiograma, corte y confección, de visitadora de médico, enfermería, masaje corporal, uñas acrílicas, entre otros.

La ciudad de Santiago de los Caballeros, es el centro de las 14 provincias del Cibao, que llega casi al millón habitantes, cada día recibe entre 150 a 200 mil personas procedentes de otros pueblos que compran y venden diversos tipos de artículos comestibles, tejidos, calzados, estudian en escuelas, colegios, liceos, institutos de idiomas, Informática y universidades.

Esta ciudad, produce más de 800 toneladas métricas de basura.

La disposición final de los desperdicios sólidos, es que llegan al vertedero de Rafey de forma inadecuada, ya que son depositados sin clasificar.

El basurero de Rafey, es un lugar hediondo que se abre en el horizonte como un gigantesco foco de infección.

A pesar de esas condiciones, allí trabajan entre mil 200 a mil 150 personas, como son niños y niñas que oscilan con edades entre los 7 a 10 años, adolescentes, jóvenes y adultos, de origen dominicano y haitiano.

Este es un lugar que constituye una amenaza de insalubridad extrema y muerte que, al mismo tiempo, es la única forma de vida de miles de personas que, a falta de otras alternativas para generar algún tipo de ingreso económico para sus familias, han hecho de los desperdicios su salvoconducto para la supervivencia.

Muchos de los denominados "buzos" como se les llama a los buscadores de objetos, están enfermos, otros, en cambio, han perdido la vida, aplastados por los camiones compactadores del Ayuntammiento Municipal.

Varias personas han perdido brazo y otros piernas, debido a que avalanchan sobre los camiones a su llegada al basurero en procura de capturar objetivos de valor.

Los "buzos" se deslizan entre montones de basura, donde existen vertidos clínicos y biológicos, alimentos en descomposición, donde buscan, botellas plásticas, cartones, hierro, cobre, madera y todo objeto vendible que comercializan con terceros instalados en el mismo vertedero.

Allí, en este estercolero, todo vale, cuyos buzos tienen sus rostros cubiertos con camisetas, de tal forma que sólo pueden respirar, trabajan de solo a sol o hasta que el cuerpo aguante, ya que lo hacen por necesidad, bajo un hedor pestilente y un ambiente contaminado que expone a multitiudes de enfermedades.

Sin tregas, en una carrera en la que rivalizan con vacas, puercos, garzas, perros y hasta ratas, se afanan por llevarse el mejor lote.

Hay buzos, que se ganan entre mil a dos mil pesos cada semana, otros con mayor suerte, suelen obtener una cantidad superior a los 20 y 30 mil pesos, vendiendo y comprando objetivos.

Los buzos, sin importar su edad, se suben en los camiones volteos, quienes se apresuran a recoger su mercancía antes de que éste toque el suelo.

Algunos se han encontrado fuertes sumas de dinero, que comerciantes echan a los zafacones de manera equivocada.

Utilizan ganchos de hierro para movilizar la basura y los demás objetos que llegan en los camiones al basurero de Rafey.

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