SANTO DOMINGO.- Una profunda crisis sacude al Instituto Nacional de Auxilios y Viviendas (INAVI), los proyectos y programas de esa institución están paralizados, mientras sus casi 500 empleados tienen más de dos meses sin cobrar y en los colmados les han cerrado el crédito.
El supermercado del Inavi, transformado en tienda de electrodomésticos, está casi cerrado, los proyectos habitaciones que se construyen en Azua y Sánchez de Samaná se encuentran paralizados, mientras que los planes del dispensario oftalmológico, odontológico y la botica popular no están funcionando.
Como difícil es considerada por los empleados la situación económica que atraviesa la institución, luego de que la ley de Seguridad Social le despojara de los servicios de las prestaciones que le otorgaba la ley 5574 del 13 de julio de 1961.
A través de la institución, los empleados públicos podían obtener préstamos para adquirir libros y útiles escolares para sus hijos, pero también se informó que ese plan fue suspendido por la falta de recursos económicos.
Se pudo comprobar que actualmente solo está funcionando el servicio de funeraria que ofrece la institución en sus respectivos centros para las personas que requieren estas atenciones.
De acuerdo con los datos obtenidos por este diario, la institución se encuentra quebrada, aunque se asegura que la situación comenzó en el gobierno de Hipólito Mejía, el problema se empeoró con la actual administración de Aristipo Vidal.
La institución tiene una nómina de alrededor de RD$8.0 millones para el pago de 500 empleados, sin embargo, el INVI se ha atrasado en el pago de los sueldos en los últimos dos meses.
Se supo que ayer se reunieron con el vicepresidente Rafael Alburquerque tratando de resolver el problema del pago a los empleados del organismo, y según informó del director de Comunicaciones, Simón Díaz, en unos días el problema del pago de los empleados será resuelto.
Los empleados aseguran que el administrador Aristipo Vidal muy pocas veces va a su despacho, pero tampoco ha informado al personal bajo se responsabilidad la situación que atraviesa la institución y cuándo pagarán la deuda.
Los empleados de la institución tienen miedo de hablar sobre la situación que atraviesa la institución por temor a que, aunque no cobran hace más de dos meses, el administrador los cancele.
De acuerdo con las informaciones obtenidas, el personal se está turnando para cumplir con sus obligaciones dos veces a la semana y evitar que Vidal disponga su cancelación por abandono de servicio.
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