SANTO DOMINGO.- A medida que se acerca el día de la inauguración del metro de Santo Domingo, entre los residentes del empobrecido barrio La Zurza aumenta la desesperación ante el temor de que una vez terminen la mega obra, las autoridades se olviden de su traslado a un lugar seguro, tal como les fue prometido hace más de un año.
“Nosotros queremos que hagan los apartamentos pronto. No queremos palabras, estamos cansados de historias. Tenemos un año y ocho meses esperando, y nunca cumplen”, manifestó desesperado Federico Antonio Guzmán.
Su clamor representa el sentir de más de 180 familias que sobreviven en el lugar, sencillamente atrapadas entre la miseria y el olvido de los gobiernos.
Habitan destartaladas casuchas entre las hipercontaminadas aguas del río Isabela y tres cañadas, cuyas aguas pestilentes son una constante amenaza para la salud de niños y adultos.
Quienes están “mejor” son las 50 familias que fueron ubicadas en casas provisionales levantadas a menos de tres metros del río, pero la mayoría de ellas perdió sus ajuares cuando el río Isabela inundó nuevamente el lugar tras el paso de la tormenta Olga en diciembre pasado.
Promesa incumplida
Hace un año y ocho meses que a los residentes de La Zurza se les prometió que serían trasladados a otro lugar.
Tan pronto se ubicara un sitio apropiado, prometió Diandino Peña, serían construidos unos apartamentos para reubicarlos.
Según les explicaron los ingenieros, su desalojo era inevitable, para dar paso a la construcción de la avenida Perimetral, una de las obras conexas del metro.
Para comenzar la construcción de la vía que, bordeando los ríos Ozama e Isabela, iría desde la avenida Máximo Gómez hasta la avenida del Puerto, la Oficina Nacional de Reordenamiento del Transporte (Opret) desalojó a decenas de familias, 50 de las cuales fueron alojadas en casas provisionales que ya conocen lo que significa la palabra inundación.
RD$24 mil para un año
Algunos desalojados recibieron RD$24 mil para que alquilaran una casa mientras se concluía con la avenida Perimetral, cuya construcción se haría simultáneamente con la autovía del metro.
Pero el tiempo pasó. La construcción del metro está en su fase final, tan avanzados están los trabajos que Diandino Peña, el director de la Opret, da por sentado que el presidente Leonel Fernández cumplirá su promesa de que la obra estará concluida este 27 de febrero.
Y sin embargo, la gente de La Zurza sigue esperando los apartamentos que les prometieron.
Jesús Agramonte ha escuchado tantas promesas de traslado que ya no confía en nadie.
“La Opret nada más está ofreciendo. Ellos lo que están esperando es que se meta más la política para allantarnos. Que los hagan ahora”, manifestó Agramonte.
Nueva promesa
La última promesa que hizo la Opret fue que trasladaría las familias afectadas a unos terrenos próximo a la escuela Aída Cartagena Portalatín.
Hoy se realizará una reunión entre los moradores y las autoridades a fin de ultimar detalles del traslado.
“Esperamos que eso sea cierto, que el 27 de febrero ya están los aparatos aquí trabajando”, manifestó la vocera de los vecinos, Viola Díaz.
“Yo espero que cuando el Presidente dio su vueltica en el metro se haya acordado de esta pobre gente, de los que vivimos aquí a orilla del río”.
Una advertencia
Aunque Viola Díaz está optimista con la reunión de hoy, advierte que si las autoridades no cumplen lo prometido, se verán precisados a protestar nuevamente en las calles.
Una promesa incumplida
La historia de La Zurza es la crónica de una promesa incumplida.
Tras el inicio de la construcción del Metro, la Opret prometió que sus residentes serían trasladados a otro lugar.
Decenas de casuchas fueron derribadas para dar paso a la construcción de la avenida Perimetral.
Pero la tierra del Metro se acabó y los trabajos de la vía fueron paralizados.
En el aire quedaron las promesas.
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