JUAN TAVERAS HERNANDEZ
La gente del gobierno está molesta por las protestas callejeras.
Quiere que los ciudadanos se dejen morir de la peor epidemia que afecta al mundo: La pobreza. Que nadie levante un brazo, que nadie eleve la voz, que nadie corra contra la corriente. Todo está de maravillas. No hay razón para protestar.
La gente del gobierno es partidaria de que los ciudadanos se tiren en el suelo a esperar que les llegue la muerte o agarren una yola y se largue del país en busca de una vida más digna. ¡Que se larguen!
La gente del gobierno ha despilfarrado más de 700 mil millones de pesos en menos de 5 años. Nos han sacado de los bolsillos a través del cobro de impuestos esa fabulosa fortuna. Ese dinero, que ha debido servir para impulsar el desarrollo en materia de salud, educación, sistema vial, viviendas, electricidad buena y barata, sólo ha servido para enriquecer a los funcionarios que hoy exhiben grandes mansiones en las ciudad y en los centros turísticos más exclusivos, vehículos de lujos y cuentas millonarias tanto en pesos como en dólares. ¡Que hablen los bancos!
Los escándalos de corrupción no se detienen. Uno sustituye al otro. Uno es más grande que el anterior. Organismos que luchan contra la corrupción estiman que la corrupción se lleva todos los años unos cien mil millones de pesos. Es decir, que del presupuesto de este año que es poco más de 330 mil millones de pesos, los ladrones se llevan 100 mil. Coinciden con los cálculos del presidente Leonel Fernández que estimó en un 30 por ciento del presupuesto nacional lo que se llevan los prevaricadores del Estado.
Que me perdone el presidente Fernández y las entidades que procurar erradicar la corrupción. Pero creo que es un poco más, a juzgar por los niveles de pobreza de la gente de abajo y por los niveles de riqueza que muestran una parte de los miembros del poderoso Comité Político y del Comité Central del partido de gobierno.
Como dice la canción de Alí Primera: “No te dejes engañar cuando te hablen de progreso, porque tú te quedas flaco, y ellos aumentan de peso”. Lo que ha recaudado el gobierno en 5 años es demasiado dinero. ¿Qué ha hecho el gobierno del PLD con más de 700 mil millones de pesos sin contar los miles de millones de dólares que ha tomado prestado? ¿Dónde están las escuelas, los hospitales, las viviendas? ¿Dónde están los empleos prometidos? ¿Qué ha hecho el presidente Fernández con el dinero del pueblo? Nadie lo sabe. Ese será el secreto mejor guardado del país, por lo menos hasta que llegue un gobierno decente que decida combatir la corrupción y el peculado, aclarando incluso el caso de los 130 millones de dólares de la Sun Land que aun nadie sabe donde están.
Esa gente del gobierno, que está tan bien, no puede estar contenta con las protestas. Teme a la movilización popular. Esos señores saben que una chispa puede incendiar la pradera.
Dicen que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista. El mal de los dominicanos tiene más de cien años. Durante más de 5 siglos los que han poblado estas tierras han sufrido toda clase de humillaciones y de sufrimientos. Muchas veces este pueblo se ha levantado, incluso en armas, pero ha sido derrotado por sus enemigos internos y externos.
La gente del gobierno acusa a la oposición de pagar mercenarios para que maten a los agentes del orden público y éstos acribillen a los civiles.
Esa gente asegura que hay un plan para desestabilizar al gobierno legalmente constituido. Los fines “son inconfesables”, dijo un ministro de barriga pronunciada. “Quieren tumbar al gobierno”, dijo otro en tono arrogante. “Quieren provocar una poblada como la del 84 cuando más de 400 personas resultaron muertas y miles de heridos”, aseguró otro con aire de historiador. Olvidó que la poblada del 84 durante el gobierno de Salvador Jorge Blanco fue organizada por su partido junto a los reformistas y demás sectores retrógrados del país.
Al respecto es bueno decir algunas cosas. Primero, los mercenarios no los paga la oposición. Los paga el gobierno. Son agentes de los organismos de seguridad infiltrados en las protestas para desacreditarlas con actos de violencia, y asustar a la población.
Segundo, el plan desestabilizador no lo tiene el PRD ni las demás fuerzas populares. El plan desestabilizador, si es que existe, es del gobierno que no satisface las demandas de la población.
El responsable de las protestas no es el PRD, es el gobierno. No es el PRD el que está montando las huelgas, es el gobierno que no cumple sus promesas, que no se ocupa de los pobres. Es el gobierno mismo el que se está desestabilizando con sus políticas de muerte y de hambre.
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