SANTO DOMINGO.- Un senador especialista en asuntos constitucionales de Francia favoreció anoche que en la República Dominicana se cree un tribunal constitucional independiente e integrado por especialistas en la materia.
El profesor Robert Badinter, ex presidente del Consejo Constitucional de su país, consideró que esa sala debería estar integrada por un mínimo de nueve y un máximo de doce expertos que no obedezcan a ningún sector.
El profesor universitario, quien habló en una conferencia dictada en el salón Las Cariátides del Palacio Nacional, en presencia del presidente Leonel Fernández, funcionarios e invitados especiales, también se pronunció en contra de la concentración excesiva de poderes en los jueces.
Badinter, quien fuera ministro de justicia en el primer gobierno de Francois Miterrand, consideró que la concentración de poderes en la justicia es nociva para la democracia. También manifestó su oposición a que los jueces sean vitalicios y sugirió que los mismos solo sean designados por un período de nueve a doce años.
“No conviene el poder por mucho tiempo en las mismas manos. Debe haber renovacion”, explicó el egresado de la universidad de La Sorbona de París, al pronunciar la conferencia “Estudio comparativo del control de la constitucionalidad”.
La disertación del experto francés se produce en un momento que el Congreso Nacional conoce un proyecto de reforma constitucional que contempla varias reformas en el ámbito judicial, entre ellas, la creación de una Sala Constitucional. Esa propuesta ha encontrado la oposición del presidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Subero Isa.
“Descarto por completo jueces vitalicios, es muy bueno para la indepedencia, pero no es práctico, porque habrán jueces ancianos”, dijo Badinter. Insistió en que los jueces que se nombren en la Sala Constitucional deben ser totalmente independientes del poder político y que no se permita su regreso una vez concluido el período por el fueron electos “porque si esperan que los nombren una segunda vez, pierden su independencia”.
Sugirió que por lo menos cada doce años se renueve cerca de la mitad de la matrícula, lo que permitiría que el tribunal se ajuste a la época.
“Es un riesgo que ciertos hombres y mujeres de cierta edad tengan que fallar un caso, por ejemplo de un matrimonio homosexual. Hay que vivir con la época”, apuntó.
Sugiere además que esos jueces sean nombrados por consenso entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo.
Dijo que una parte debe ser designado por el presidente de la República y la otra por el Senado y la Asamblea Nacional.
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