Milagros afirma que el presidente Fernández ha resultado un producto malo

22 de abril de 2008 www,elnuevodiario.com.do

La ex vicepresidenta Milagros Ortiz Bosch afirmó que el presidente Leonel Fernández ha resultado un producto malo, si se le compara con artículos a los que se les hace campaña propagandística presentándolos como muy buenos y cuando la gente los conoce advierte que no tienen las virtudes anunciadas. “Durante años se ha vendido al doctor Leonel Fernández como un gobernante moderno, un líder de pensamiento avanzado, pero cuando se observa su acción pública, no califica para ser considerado un estadista del siglo XXI”, precisó. “Un jefe de Estado del nuevo siglo y milenio sabe que no puede, como hace el doctor Fernández, tener nóminas secretas por cientos de millones de pesos mensuales para premiar apoyo a su reelección con el dinero que pagamos de impuestos los independientes, reformistas, candelieristas, priistas, cuartaviistas, izquierdistas, perredeístas y hasta peledeístas a los que seguro no se les pidió permiso para hacer eso”, ilustró en declaraciones de la dirección de Comunicaciones de Miguel Vargas. Agregó que “un estadista del siglo XXI sabe que eso viola la Ley de Presupuesto, que es malversar los fondos públicos, son cosas que el presidente Fernández hace y defiende públicamente y que no se hacen en las democracias modernas”. Refiriéndose a las prácticas de Fernández de agenciarse apoyo de dirigentes de otros partidos y exhibirlos como adquisiciones de subasta, Ortiz Bosch puntualizó que “eso se llama transfuguismo, y en las democracias modernas se han establecido leyes para prohibirlo, porque degradan al ser humano y reducen la política a un cambalache en el que las personas son compradas y vendidas como objetos de mercadería”. Como otra muestra de que Fernández no es un estadista moderno, citó el préstamo de 130 millones de dólares contraídos por el gobierno a través de la empresa Sun Land, estableciendo que “ahí lo primero que hubo fue falta de transparencia, porque se hizo a escondidas de la sociedad y fue conocido gracias a denuncias del PRD”. Agregó que “además de esa ausencia de transparencia, andan por ahí cuerpos del delito como un poder presidencial, pagarés firmados en base a ese poder, rescisión del contrato que el Presidente dice no existe, pero que su gobierno primero le escondió y luego admitió ante el Fondo Monetario Internacional”. Expuso que “los estadistas del siglo XXI renuncian a sus cargos no por violaciones tan graves como esas sino cuando se descubre que han recibido donaciones que pudieran interpretarse como para favorecer a empresas que hacen negocios con el Estado, y por cierto que ya hubo aquí un escándalo por un busto que le regaló precisamente la Sun Land al Presidente”. Otra señal con la que Ortiz Bosch caracteriza al presidente Fernández como un dirigente de la vieja escuela absolutista, aunque en una versión maquillada, es su incapacidad para escuchar y concertar con la sociedad civil y política. Miguel Vargas le recomendó al presidente, pasada la tormenta Noel, medidas para evitar que se produjera el desabastecimiento y las alzas de precios que han registrado algunos víveres esenciales para la comida criolla, le ha demandado rebajar al menos un 30% a los impuestos a los combustibles, lo que reducirá de manera automática el costo del galón de las gasolinas, gasoil y gas propano, sostuvo. “Esas sugerencias, como las que se le hicieron para que no elevara los impuestos a un nivel tan excesivo, fueron totalmente ignoradas por el presidente Fernández, pese a que tantos impuestos eran innecesarios, pero él como jefe de Estado del siglo pasado, no escuchó a la oposición”, precisó. En la conclusión de la declaración Ortiz Bosch concede al presidente Fernández que “no es un dictador de viejo cuño, como los del siglo pasado”, pero advierte que “sus concepciones y prácticas lo han convertido en un producto malo, con respecto a lo que de él dice la propaganda”.